¿Cómo se prepara una Almadía?
El trabajo de la preparación de la almadía empieza en el bosque con la tala del árbol. Batido el árbol hay que destajarlo, cortando primero las ramas que apuntan hacia arriba y después las de abajo, que ejercen de soporte.
Una vez destajado se estudian las diversas posiciones para ser tronzado o dividido correctamente en varios maderos que oscilan entre 4 y 6,40 metros.
Atendiendo a su longitud pueden denominarse como decén (de cinco varas), docén (de seis varas), catorcén (de siete varas) y secén (de ocho varas), según su longitud, una vara equivale a 0,80 metros. Los de medidas superiores se denominan aguilones (8 metros) y velas (de 8 a 12 metros).
Una vez destajado y tronzado se procede a escuadrar el tronco que debe estar bien asentado, operación nada fácil debido a la inclinación del suelo. Se marca el tronco con un cordel impregnado en carbonilla y se extiende a lo largo del tronco, en uno y otro costado; de esta forma queda preparado el tronco para ser tallado o labrado a escuadra, tarea reservada a los más expertos de la cuadrilla.
Terminada la tarea por los dos primeros lados del tronco se da la vuelta a este para repetir la misma operación por los otros dos lados.