En los valles pirenaicos navarros, Roncal, Salazar y Aézcoa, nos encontramos que el aprovechamiento de los bosques ha sido desde tiempos inmemorables hasta la mitad del siglo XX la principal fuente de ingresos y sus ríos la forma de transportar la madera hasta los lugares donde podía ser vendida para su transformación.
Esta madera era transportada formando lo que llamamos ALMADIAS.