img01319152609aHasta hace relativamente muy pocos años los habitantes de nuestros valles venían dedicándose fundamentalmente a tres sectores de producción: la agricultura, el ganado y la madera. En nuestros pueblos hasta la mitad del siglo XX eran numerosas y nutridas las cuadrillas que se dedicaban, en su mayor parte en calidad de asalariados, a los trabajos de la madera. Eran los maderistas y almadieros quienes, a la vez, tenían que emplearse también en la siembra de campos y huertas y en la cría de animales para sacar adelante la familia.

Hoy, en Burgui, por medio de un sencillo Museo de la Almadía queremos rendir homenaje a todos los almadieros de nuestros valles de Roncal, Salazar y Aézkoa que fueron ejemplo de trabajo, honradez y vigor. Esta exposición permanente pretende despertar en los mayores un sano orgullo por lo que ellos fueron e hicieron y en los jóvenes un verdadero interés por unos quehaceres tan antiguos y rudimentarios, pero en los que sus antecesores se mostraron como verdaderos maestros.

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