Los destinos más importantes para el comercio almadiero fueron: Sangüesa, Santacara, Marcilla, Caparroso, Castejón y Tudela en Navarra, llegando hasta Zaragoza e incluso Tortosa en el Mediterráneo, desde donde por barco se trasladaba la madera hasta otros lugares.
Los viajes podían llegar a durar varios días, desde nuestros valles Roncal, Salazar ó Aézcoa, hasta el Matral de Sangüesa, 1 día, hasta Caparroso, 2 días, hasta Tudela, 3 días y hasta Zaragoza, 7 días.
En ocasiones con agua muy buena esta travesía podía hacerse hasta en 4 ó 5 días, pero si el caudal o la climatología eran adversos o la suerte al vender no acompañaban, el viaje podía prolongarse 10 ó 15 días más, a lo que hay que añadir el tiempo de regreso a pie.