El pueblo de Burgui ha sabido articular una atractiva oferta turística, etnográfica y cultural en torno a la recuperación y reconstrucción de antiguos oficios y actividades de trabajo propias de nuestros pueblos y valles del Pirineo. Esta puesta en escena se ha llevado a cabo a lo largo de los últimos años a través de la ilusión y el trabajo voluntario y desinteresado de sus vecinos, verdaderos artífices de la creación de una ruta o paseo que nos acerca a un conocimiento -y reconocimiento- de los duros y sacrificados trabajos de nuestros antepasados, en su memoria y admiración.
El visitante que hoy se acerca a Burgui puede evocar tiempos pasados atravesando el puente medieval de la localidad, obra maestra del oficio de los canteros. Presenciar una almadía a tamaño natural, símbolo del trabajo de los maderistas en los bosques y de los almadieros en los ríos. Conocer la forma de construcción de una carbonera y el método de obtención del carbón, así como un antiguo horno de pan. Admirar el ingenio para la conservación de la nieve tras la reconstrucción de la antigua nivera del pueblo. Descubrir a través de una calera el proceso para la consecución de la cal. O adentrarse en un antiguo aserradero de madera con su peculiar maquinaria.
La reconstrucción de estos oficios va acompañada de su correspondiente panel explicativo e ilustrativo, el cual aporta un valor añadido esencial para profundizar en el conocimiento de cada una de estas antiguas formas de vida y de trabajo. Una información didáctica que permite al visitante admirar el esfuerzo y las duras condiciones propias de cada uno de estos oficios.
Y con el propósito de ampliar la divulgación de otras actividades cotidianas de nuestro pasado, recientemente se ha colocado junto a la orilla del río un nuevo panel en memoria de las lavanderas. Queda de esta forma reconocido el duro trabajo de estas mujeres en las tareas del lavado y blanqueo de la ropa. Mujeres arrodilladas frotando en el río, escurriendo las prendas, retorciendo las sábanas, cruzando el puente con pesados baldes cargados de ropa mojada…
Existieron otras muchas actividades y trabajos hoy ya desaparecidos cuya recreación no es posible realizar pero sí mantener vivo su recuerdo y conocimiento. Tederos, cuchareros, tejeros, hojalateros, alpargateras, curanderos, cabreros…
Se nos fueron para siempre aquellas tareas y generaciones de antepasados a los que hoy, desde la comodidad de la vida actual, reconocemos el mérito de su trabajo y nos descubrimos ante su capacidad de sacrificio.