carbon8Cuando el material estaba seco, preparaban una especie de era (terreno liso y llano), donde asentaban la carbonera. En el centro colocaban los mejores troncos. Al final, en la parte más exterior, la peor leña.

Poco a poco, en círculos concéntricos, el montón de leña iba creciendo en altura y engordando en anchura, buscando la forma de un cono. Forraban después la pila con una capa de paja, helechos o ramas de boj, para que no pasase al interior la tierra muy fina con la que cubrían la carbonera. Alrededor de ésta y a ras de suelo, ponían una corona de encendallo (ollagas, boj seco etc.).

Se prendía fuego a la carbonera por arriba a través de una pequeña abertura en la cúspide. Los carboneros subían hasta allí por una escalera. Repetían muchas veces la misma operación: avivar la llama, y volver a taparla, para que el fuego fuera penetrando cada vez más abajo. También abrían gateras laterales, para conseguir que el fuego prendiera por toda la pira, no sólo en el centro.

El proceso era largo, peligroso y requería cuidados constantes. Tras unos quince días de cocción, estaba a punto el carbón, que era transportado en sacos sobre burros o mulos hasta la carretera.

El rendimiento venía a ser alrededor de un tercio de la leña empleada. Por ejemplo, una carbonera de 15.000 kilos venía a dar unos 5.000 k. de carbón.

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